Esta semana los miembros de la academia de los Papita Frita Awards, reunidos el lunes por la mañana con gran entusiasmo, decidieron por unanimidad darle esta presea a un joven personaje de la metrópoli regiomontana (aunque proveniente de Cadereyta, Tierra de Mutantes, Terror de Baudelaire, Crimen Triplemente Atroz): Rodrigo, el autonombrado Cisne del Pop. Enseguida la relatoría de la conversación que lo llevó directo al pódium:
Estando reunidos un grupo de amigos en la casa del autonombrado Cisne del Pop, el pasado sábado por la noche, la conversación se tornaba algo sórdida cuando uno de los amigos recordó que llegados los 30 años, es necesario hacerse el examen de cáncer de próstata, el cual consiste, entre otras cosas, en la introducción de los dedos del médico por el recto del paciente. Rodrigo mostró cierto impacto ante el dato, y el joven cuasitreintañero que tenía la palabra, agregó que no era un dedo el que se introducía, sino dos. Todos mostraron cierto escozor y risa nerviosa. Luego, otro de los reunidos agregó haber escuchado que no eran dos dedos, sino tres, en aquel atroz examen. Cuando el autonombrado Cisne del Pop ya se retorcía y cerraba los ojos al imaginar aquel acto, mostrando dolor y rechazo ante tal examen, alguien mencionó de nuevo la palabra “recto” y entonces, nuestro originario de Cadereyta se calmó, mostró alivio y mencionó: ¡Ah, yo pensé que los dedos se metían por el orificio del pene!
Ay, Papita Frita, cazadora de inocentes.
Pedimos disculpas a nuestro distinguido público por el posible fuerte contenido de este post.
1 comentario:
es increíble que haya gente así caminando por las calles como personas normales, me da miedo.
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