1. El sacerdote brasileño se amarró a chingos y chingos de globos llenos de helio, con el propósito de volar por esos cielos del Señor y juntar así unos centavitos para su malvivida parroquia. Sus últimas palabras a través del radio, según dicen, fueron: "¡Sálvenme, bájenme!"
2. El señor enviado por la rectoría de cierta universidad para representar a cierto rector en cierto evento cultural que se llevó a cabo en cierta biblioteca y que al entrar dijo: "Y esta biblioteca, ¿todavía funciona?"
3. Los osos que bajan en multitud de los cerros nuevoleoneses, porque se quedaron sin agua, y asisten bien frescos a pachangas infantiles, duermen sobre los capotes de los autos, se trepan a árboles en escuelas, y hacen su caminata matutina por los andadores del parque Estanzuela. ¡Salud, ositos!
4. Y como premio especial, entregamos la Papita Frita Ondulada a todos los que creen que el escepticismo rockea, los que tienen fe en Góngora y los que creen que el barroco volvió.
jueves, 12 de junio de 2008
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